Las alergias a las mascotas, y especialmente las alergias a la piel de los perros, son muy comunes. Los alimentos, las alfombras, las mantas, los ácaros del polvo, las esporas de moho en el aire, el polen, los platos de plástico para la comida, el relleno de los muebles y las plantas ornamentales tienen el potencial de desencadenar alergias en los perros.
En algunos casos, una mascota altamente alérgica puede tener varias alergias a la vez. La gravedad de las alergias, que pueden ser estacionales o durante todo el año, varía mucho.
El síntoma más común de una alergia es la picazón intensa (conocida como prurito), que puede localizarse en puntos o ser sistémica y cubrir todo el cuerpo de la mascota.
Independientemente de la causa del problema, esta afección es común, puede durar toda la vida, es un desafío diagnosticar y, una vez identificada, puede resistirse a los intentos de tratamiento. Los perros con dermatitis por inhalación se lamen y mastican las patas y se rascan la cara, los párpados y las orejas. Otros pueden tener erupción en puntos calientes o su piel puede enrojecerse y sentir una picazón intensa por todas partes.